podría creer
domingo, 12 de diciembre de 2010
Magia
podría creer
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Efectos
sábado, 13 de noviembre de 2010
La trapecista
viernes, 22 de octubre de 2010
Otra vez poesía
La poesía...
Hoy he recorrido el este. He salido temprano y he visto los árboles a través de la niebla, y he visto sus hojas brillando en el agua y en el sol. He visto el cielo cambiando de color. Y la tierra amarilla.
Por la tarde me he puesto a mirar libros de poesía: Vaz, Szymborska, Olds. Me he comprado los tres.
Una vieja amiga me ha dicho que por fin empieza a entender lo que es el gusto por vivir.
Me he acordado de las estupideces que nos contaban en la universidad, como que la literatura es eso que se escribe sin que sirva para nada.
Me he pasado el día jugando.
martes, 19 de octubre de 2010
Un viejo poema que puede venir al caso
Hace muchos años, tal vez quince o dieciocho, publiqué un poema en una revista que no he podido encontrar. Sin embargo, me acuerdo casi perfectamente. Era un poema rimado, con ritmo y estructura (cercana al soneto, en versión mini). Por todo ello, fácil de memorizar. Estoy segura de que no era exactamente así, pero me acuerdo bastante bien, así que me arriesgo y lo transcribo/reescribo. Eso sí, he quitado la palabra "aferrada" porque ahora prefiero palabras más de andar por casa y pongo "agarrada". Y mantengo el "arrodilló", que es un poco exagerado, pero bueno, aunque ya no me gusta tanto el dramatismo, me voy a permitir un poquito.
Me decías en silencio
silencio, te escuchaba
con los ojos abiertos.
Silencio, yo esperaba
agarrada a la nada.
Silencio, me decías
con la boca cerrada.
Cuando la noche vino
y arrodilló mis párpados
pude leer tus labios.
Es curioso, milagroso diría, que algunos poemas que una ha escrito hace mucho, mucho tiempo, no me hablen sólo del pasado, sino que también me hablen ahora, como si los hubiera escrito otra persona: aquella que fui. Por eso pensé: quizá también te hablen a ti.
martes, 12 de octubre de 2010
Aniversario
De repente, y cada vez más a menudo, observo que hay demasiados papeles en la mesa, en la papelera, demasiados libros, carpetas, apuntes -lo de demasiado es también cada vez de menor volumen-, y me da por hacer limpieza. Hoy ha sido uno de esos días.
Curiosamente, hace poco que este blog hizo un año, desde aquello de "asusta no saber, aprender en el aire./Debo tomar impulso."
Echo en la bolsa poemas que ya terminé y están guardados a limpio, ideas que ya tomaron forma, y otras que no. Batir de alas.
Un año, treinta y siete años este agosto. Millones de tramos de línea discontinua y, como dice Lhasa -aún lo dice, quedan sus canciones-, es el viento que me manda, que me empuja a la frontera, y que borra el camino, que detrás desaparece.
No se me ocurre mejor manera de celebrar un aniversario.
martes, 5 de octubre de 2010
Lunes, última función
sólo la última función,
la más grande y hermosa, salen todos:
los payasos, el mago, los hombres voladores,
el faquir...
Cada vez, un aplauso
mientras llenan el círculo y nos dicen
que se van,
ahora que ya nos saben suyos.
Y nos miran así, con la mano en el pecho.
El martes no hay más que un solar,
tiquets pisoteados, banderitas,
pero eso no se anuncia,
sólo la última función,
nunca el vacío.
lunes, 4 de octubre de 2010
viernes, 17 de septiembre de 2010
El domador
lunes, 13 de septiembre de 2010
sábado, 11 de septiembre de 2010
Vivo en la carretera. 2ª temporada.
Cap. 1. "Atención" Conduzco con las ventanas bajadas, escuchando un disco en un idioma que no entiendo, bien fuerte. Quiero que el aire me despeine, aire fresco de final del verano, y esos acordes que tocan el corazón.
Y no pensar, porque no me pierdo cuando la mente se va.
Cap. 2. "Señales" Viví en el oeste de la ciudad, luego en el sur, finalmente en el norte. Pasé por el oeste y me acordé. Pasé tantas veces que ya olvidé que me acordé. Pero hoy pasé por el sur y me di cuenta de que hay lugares por los que aún circulan, obligándome a cederles el paso, los recuerdos.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Sí era cierto
jueves, 19 de agosto de 2010
Mala hierba
a veces,
que son siempre demasiadas veces,
te preguntas ¿si no fuera cierto?
Y, como mala hierba,
vas poniendo caras
sobre su cara, actos
sobre sus actos.
Luego
enfermas, ¿o fue antes?
Te has quedado solo
imaginando
(en) otro mundo.
martes, 27 de julio de 2010
S me envía un poema
sí, ese sencillo signo (!)
me hace ver sus ojos brillar
y ver sus ojos brillar significa...
ya sabéis,
algo que no se puede decir de otro modo, algo que no es ambiguo pero que no se puede expresar sino es con poesía, es decir...
Pero yo no puedo explicarlo mejor,
me quedo con su sí!, lo estáis viendo, ¿verdad?
domingo, 18 de julio de 2010
Niños grandes
Cuando era una niña que escribía poemas, buscaba libros de poesía en las bibliotecas. No tenía ni idea de qué me podría gustar, así que los abría, hojeaba, escogía. Luego los leía en casa. Después de leerlos, copiaba los mejores (para mí) poemas en hojas de papel y los guardaba. Junté unos cuantos, los releía. Luego dejé de hacerlo.
Después he descubierto muchos poetas, he comprado libros, me he deshecho de algunos, es decir, no he vuelto a leerlos. He cogido muchos en bibliotecas.
Ahora, como entonces, sigo buscando. Sólo que además tengo internet y un ordenador con carpetas. Y otra vez me he puesto a copiar poemas, ahora que soy mayor y se supone que no tengo tiempo.
lunes, 12 de julio de 2010
Sin embargo, dos puntos
Sin embargo:
vi uno, bailando en un concierto de rock, en unas fiestas de barrio, barrio pequeño y con garra, como él: un chaval llamativamente espontáneo, que agitaba los brazos, se retorcía, disfrutaba bailando. Daba gusto verle. Sin embargo:
otros niños lo señalaban, se reían, le imitaban, y, una y otra vez, se le acercaban, le acosaban. Gritó: ¡dejadme en paz! Y siguió bailando, solo.
Sin embargo:
hay un final feliz, si quieres quedarte con esto:
una niña pequeñita, de dos años más o menos, empezó a imitarle, se puso a bailar, espontánea, feliz.
O si quieres quedarte con él.
viernes, 2 de julio de 2010
Verano
jueves, 24 de junio de 2010
Feliz noche de San Juan, feliz verano, noches cortas a todos
martes, 15 de junio de 2010
La plaga
martes, 8 de junio de 2010
Amor, qué miedo
Amor en un poema, ¡qué atrevida! Eso se hace en privado...
Eso, señora mía, la de la ventana, y usted, señor, el que estaba mirando, eso, que no me privo.
sábado, 5 de junio de 2010
Amar no es amor
no es amor
te olvidas de nombrarlo
nombrar es poseer
poseer es temer y atesorar
(mi dulce amor, amor mío
mi gran amor)
es olvidarse, deshacerse, desprenderse, descolgarse
es desierto
sol
sí
es y no es
nos perdemos, por eso
lo llamamos,
¡amor!
Pero amar
no es amor
es veloz es la luz
que lanzamos al mundo.
sábado, 22 de mayo de 2010
Dejarse llevar
Le dije: -Déjalo. En serio, déjalo. Pude haber dicho síguelo, pero a mí tampoco me gustaron las primeras páginas. Pero es que, de hecho, salto de un autor-editorial-temática a otro sólo porque me apetece. Y últimamente, es más, lo hago también con otras actividades de la vida como salir, quedarme en casa, escribir, viajar, verte... Creo que lo aprendí de los libros, que cojo y abandono según las ganas.
Pero X sigue las ganas de Y, Z piensa como A, R hace lo que S. Y yo no entiendo por qué.
lunes, 10 de mayo de 2010
Recital de poesía
no vino alguien que uno de los poetas deseaba que viniera sobre todas las cosas,
vino una chica que no sabía que era parte del poema,
el tipo alto que leyó en primer lugar utilizó por primera vez, sin género de dudas, el género masculino,
su novio, sentado al fondo, lo quiso más que nunca,
un chico se enamoró de la poeta chiquitita en cuanto ésta terminó,
ella se sorprendió con los aplausos,
alguien del público lloró y el señor de al lado no entendió por qué,
y además -no es extraño que ocurra-,
triunfó la poesía.
martes, 4 de mayo de 2010
Agur Joxan
Se ha callado el grillo
y el pájaro cantor
se le ha roto el hilo
al tejedor
la luz al sol.
Vine por la mañana
y ahora me voy
mañana también nacerá
un nuevo día
y creará
para ti
mi poesía.
Isildu da kilkerra/ eta txori kantaria / eten zaio ehuleari / haria / eguzkiari argia.
Goizean etorri / eta orain banoa / bihar ere jaioko da / egun berri-berria / eta sortuko du / zuretzat / nire poesia.
Horas dulces
y horas amargas
de todo hay en la vida.
Pero hoy toma las flores
y deja las espinas.
Ordu gozoak / ordu garratzak / denetik du bizitzak. / Baina gaur tori loreak / eta utzi arantzak.
martes, 20 de abril de 2010
Lenguaje mal hablado
Vivo en la carretera. cap.14. "Peligrosamente vagos” ¿Qué tal si quitamos los intermitentes y los pasos de cebra? Ah, y ya puestos, las señales en el interior de los garages. Seguro que salvamos más de una carrocería (incluida alguna humana).
lunes, 12 de abril de 2010
Elipsis
Ayer, en una tienda de muebles, después de probar varios sofás, mirar catálogos de telas, y pedir presupuesto (todo muy concreto), se me escapó una: le dije al vendedor que volvería “acompañada”.
El contestó con una sonrisa ¿seductora? que: “ya, pero al final decidís vosotras” (otra elipsis).
Lo cual me hace pensar en lo arriesgado de esta costumbre mía de sugerir en lugar de concretar, no sé si me explico…
En cualquier caso, asumo el riesgo, como ahora mismo, con este post. Lástima que no sepa lo que mis lectores ponen en los huecos, que es lo realmente interesante. ¿También lo será para ellos, para ti, lector?
martes, 30 de marzo de 2010
Amor libre
Sólo conozco una persona que sienta la misma adoración que yo por su forma de escribir. Me llamó loco de alegría cuando reeditaron los Claudine. Cada uno se compró su pack. ¡Menuda fiesta!
Tampoco hacemos ascos a ediciones antiguas y la buscamos incansablemente en las ferias de libro viejo. Los dos la amamos y la tenemos.
* Claudine (1900-1903)
* Diálogos de animales (Dialogues de bêtes, 1904)
* El retiro sentimental (La retraite sentimentale, 1907)
* Los zarcillos de la viña (Les vrilles de la vigne, 1908)
* La ingenua libertina (L’ingénue libertine, 1909)
* La vagabunda (La vagabonde, 1910)
* El obstáculo (L’entrave, 1913)
* Mitsou (1919)
* Chéri (1920)
* La casa de Claudine (La maison de Claudine, 1922)
* El trigo en la hierba (Le blé en herbe, 1923)
* El nacimiento del día (La naissance du jour, 1928)
* Sido (1930)
* La gata (La chatte, 1933)
* Duo (1934)
* Julie de Carneilhan (1941)
* Gigi (1944)
* Mis aprendizajes (Mes apprentissages, 1936)
* La estrella de la tarde (L’étoile Vesper, 1946)
* El farol azul (Le fanal bleu, 1949)
domingo, 14 de marzo de 2010
¡Vicio!
he dejado el alcohol, el café, y hasta podría dejar el sexo, la música, escuchar al otro lado de las puertas, mi marca favorita de yogures, pero hay algo que me tiene enganchada sin remedio a la línea que viene, a la siguiente línea.
domingo, 28 de febrero de 2010
Seremos astronautas
Me pides prometerte lo imposible.
Entonces, yo
por un momento
creo poder
mentirte
mirándote a los ojos.
Miro hacia el infinito.
Creo poder
trucar en un segundo, la ves ya no la ves,
tu incertidumbre.
Hablamos, sin duda, en otro idioma
o en otro mundo
o de otro mundo.
Ese juego infantil sobre el futuro.
Seremos astronautas.
Mira, ya cae la noche.
Mira a otro lado, mira,
agárrate a mi brazo, una nave espacial.
No va a pasarte nada,
no llores, ¿por qué lloras?
Entonces, yo
pierdo.
domingo, 21 de febrero de 2010
Papelera de reciclaje
El cuaderno de un escritor o, en su caso, su ordenador, es, en su totalidad, una papelera de reciclaje. La mayor parte se queda en papelera y, sólo de vez en cuando y en un porcentaje ridículo pero valioso, al menos para él, otra, en materia de reciclaje, que a veces vuelve a la papelera un poco más tarde, y otras, finalmente ve la luz abriéndose a un lector o más.
Este porcentaje puede variar muy subjetivamente dependiendo del esmero del reciclador y del concepto que uno tenga de la basura.
lunes, 15 de febrero de 2010
Un día ideal
O por el contrario: hace sol.
O me duele la espalda. O las articulaciones.
O tengo sueño, hambre, estoy preocupado.
O me han llamado cantidad de veces, por cantidad de cosas.
He tenido un día de perros.
He discutido con mi pareja. Con mis hijos. Con las suegras.
No sé qué demonios voy a cenar.
Mira qué hora es.
Ay, entonces, si consigo sentarme frente al ordenador, frente a la ventana, y los dedos corren por el teclado, entonces sí que puedes estar segura de que es la tarde ideal para escribir.
Qué maravilla.
martes, 9 de febrero de 2010
Gracias
Manu y Anahí me regalaron este precioso video de la presentación que hicimos en mi pueblo, Andoain. En todas, en ésta y en Iruña, Donostia y Vitoria-Gasteiz, recibí no sólo el apoyo de mis amigos y familiares, sino su estrecha colaboración, buscando los lugares, preparándolos, recitando... También me ayudastéis al preparar el libro, y no han faltado los comentarios ahora que el libro ya no es mío sino de todos.
Dicen que escribir es una actividad solitaria: una parte lo es, pero la historia de un libro, y diría que la de cada línea que escribimos, aunque no llegue a ver la luz, es mucho más que la de una misma. Pienso en tantas personas ahora mismo... Pienso también en ti, que ahora lees este blog. Y me siento afortunada.
domingo, 31 de enero de 2010
Un hecho real
Claro que me dieron ganas de meterle dos ******* (según la RAE, lleva h) -desde que entramos en el local, no ha dejado de mirarme-, pero mientras él me provoca, yo le justifico, pienso que es un desgraciado. Claro que me violenta -cada vez que me cambio de sitio, él también lo hace, me persigue con la mirada-, pero aguanto. Claro que me da rabia, su agresividad despierta la mía, no soy un objeto. El está también en mi punto de mira. Pero no voy a disparar. No es por él, es por mí.
Esto es un hecho real. Si hablamos de palabras y poesía, hace tiempo que no hago caso de las que me enfadan. Alerta, coloco las mías.
jueves, 14 de enero de 2010
El pasado
sábado, 9 de enero de 2010
El día que conocí a Lhasa
De aquel viaje recuerdo un bar
pequeño y escondido
quizá recién abierto, dos personas,
parecían hermanos
por el modo en que estaban
juntos y separados, juntos
—él atendía, ella hablaba con él—;
sus colores, los pasteles, un buda y, entonces,
una música lenta, en nuestro idioma, algo rasgado y triste, con
a llorar
y a mi amigo, cogerme
de la mano, detenerse conmigo otra vez —fue así nuestro viaje—;
la mujer —nos miramos serenas a través de mi llanto—
y él —consultó entre sus discos y me dijo tu nombre
orgulloso, contento—.
No quería perderte. Te conocí ese día.