El sábado cometí la temeridad de colgar el poema más atrevido (?) de Mero Amor, casi tanto como el título (Mero Amor). Amor, qué miedo. Qué palabra. Por eso juego con ella, y en mi defensa digo: está casi al final después de no mentarla en ningún otro poema; pero aquí, fuera de contexto... se hace dura ¿no? ¿Y qué? ¿Qué pasa si te digo que te quiero? Todo depende, cuándo, cuántas veces, por qué. Pero en algún momento alguien tiene que mojarse y decirlo, y decir lo que le supone, decir lo que quiere decir.
Amor en un poema, ¡qué atrevida! Eso se hace en privado...Eso, señora mía, la de la ventana, y usted, señor, el que estaba mirando, eso, que no me privo.