Sin embargo:
vi uno, bailando en un concierto de rock, en unas fiestas de barrio, barrio pequeño y con garra, como él: un chaval llamativamente espontáneo, que agitaba los brazos, se retorcía, disfrutaba bailando. Daba gusto verle. Sin embargo:
otros niños lo señalaban, se reían, le imitaban, y, una y otra vez, se le acercaban, le acosaban. Gritó: ¡dejadme en paz! Y siguió bailando, solo.
Sin embargo:
hay un final feliz, si quieres quedarte con esto:
una niña pequeñita, de dos años más o menos, empezó a imitarle, se puso a bailar, espontánea, feliz.
O si quieres quedarte con él.
con él (watermark)
ResponderEliminarAskotan, gauzarik xume eta txikienak izaten dira gure izaera markatzen dutenak.
ResponderEliminarAkaso, bi urterekin dantzan hasi zelako egingo du dantza neskatila nerabeak, besoak zabalik, airean.
Si es que los niños son los que más saben...
ResponderEliminarSin embargo... todos bailamos a un son que es difícil de seguir, y de imitar, pero cuando pillas un paso y te lanzas al vacío... puedes convertirte en la persona más feliz del mundo
Me gusta el ritmo de tu escritura, cómo suena leído, cómo suena escrito.
ResponderEliminarMe quedo con los dos. Fue un gusto contemplarles. Y esa sensación que me recorrió de ... ¡quién pudiera!.
ResponderEliminarEs como cuando alguien dice "cosa de niños"... como si eso no fuera bastante cosa.
ResponderEliminarPues a mí me encantan las cosas de los niños, y los niños que tenemos en nosotros mismos, y ahora... es que estoy ahí, y que me dure.
Va por vosotros el siguiente post.