Hablar mal (o callar) por pereza tiene a veces resultados catastróficos. En el lenguaje de la circulación hay signos que están cayendo en desuso...
Vivo en la carretera. cap.14. "Peligrosamente vagos” ¿Qué tal si quitamos los intermitentes y los pasos de cebra? Ah, y ya puestos, las señales en el interior de los garages. Seguro que salvamos más de una carrocería (incluida alguna humana).
¿Le ha pasado algo a tu buga que quieras contarnos...?
ResponderEliminarYo te informo que se me ha ido la pinza ya del todo y me he puesto a destrozar la carrocería de un obispo (todo ficción, claro)
Besos agotaus!
Qué va, lo que pasa es que me quemo con toa la gente que no mira (ni le importa) la gente con la que comparte carretera... Pero me vengo respetando escrupulosamente las señales de 50 y formando caravanas, je je.
ResponderEliminarLo tuyo del obispo si que estaría bueno, pero ¿cómo lo reconoces? ¿Por las faldas?