De repente, y cada vez más a menudo, observo que hay demasiados papeles en la mesa, en la papelera, demasiados libros, carpetas, apuntes -lo de demasiado es también cada vez de menor volumen-, y me da por hacer limpieza. Hoy ha sido uno de esos días.
Curiosamente, hace poco que este blog hizo un año, desde aquello de "asusta no saber, aprender en el aire./Debo tomar impulso."
Echo en la bolsa poemas que ya terminé y están guardados a limpio, ideas que ya tomaron forma, y otras que no. Batir de alas.
Un año, treinta y siete años este agosto. Millones de tramos de línea discontinua y, como dice Lhasa -aún lo dice, quedan sus canciones-, es el viento que me manda, que me empuja a la frontera, y que borra el camino, que detrás desaparece.
No se me ocurre mejor manera de celebrar un aniversario.
feliz blogeaños!
ResponderEliminarZorionak, Ana! Por muchos años -de blog, de lo demás lo doy por hecho-.
ResponderEliminarLhasa... cómo me gustó esa entrada que publicaste, fue por la que me enganché!
ResponderEliminarA mi me cuesta tirar escritos aunque los haya pasado a limpio... a veces alguno se pierde...
Enhorabuena, un gusto leerte!