domingo, 13 de diciembre de 2009

Nieve

Siguiendo con las ventanas, una a través de la que más miro, es el parabrisas de mi coche. De ahí toda esta historia de carreteras, de líneas discontinuas, del viaje... (¿sabíais que en las enumeraciones lo que mejor queda es poner tres elementos? Truquillos de escritor.)
La segunda pista es que me gusta que los poemas cobren más sentido en grupo que en solitario. No me gustan las sentencias, ni que alguien diga: patatín patatán, y punto. Me gusta dialogar, y que unas palabras revisen a las anteriores y hablen con las siguientes.
Cuando viajas en coche el cuadro que ves cambia constantemente, a veces es tan bonito que quisiera ser fotógrafa, flash, y guardar uno para siempre. Pero viene otro y otro. Y no es peor así.
Sí, a veces hay que pararse a mirar. Pero hasta los ojos se mueven mirando.
Este poema es el primero de Línea discontinua. Es un cuadro de nieve y de un momento concreto en la vida de una persona. Pero es también, solamente, el comienzo del viaje.

Nieve
Conducir entre la nieve, sentir que los neumáticos se arrastran pesadamente sobre el,
digamos, rugoso asfalto,
los limpiaparabrisas barriendo diminutas veloces bolitas blandas,
una cortina abriéndose jugando revoloteando como una falda moteada que mancha el cristal, haciendo que vea las cosas de un modo diferente
cansado y lento,
vecinos vehículos bailando despacio, cuidadosos,
y el frío, que traspasa sin tregua,
un aliento constante pegado a través de la chapa, contra el que respira la calefacción del coche,
sin ser apenas nada más que alguien que avanza.


2 comentarios:

  1. me gusta,
    siempre conduciendo a lugares bonitos.
    estas letras tuyas.
    besooooo

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  2. Aquí estoy releyendo tu libro. Me sigue gustando el que ahora se me haga mucho más agradable conducir, porque las rotondas, la nieve y la lluvia helada me traen a la memoria otra forma distinta de mirar la carretera, una mirada muy diferente de la mía, miradas que ahora se entremezclan... y me hace sonreir. Por cierto, uno de mis poemas preferidos es el primero del libro y Niño girado.

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