miércoles, 30 de diciembre de 2009

Lugares comunes


"... los lugares comunes nos encarcelan; empezaba a comprender que la audacia del espíritu no basta para librarse de ellos y que el poeta sólo triunfa de las rutinas y sólo impone su pensamiento a las palabras gracias a esfuerzos tan prolongados y asiduos como mis tareas de emperador."
Son palabras de Adriano (Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar). Cómo sobre tantas otras cosas (es un libro fascinante), qué razón tiene. Creo que da una de las claves de la función de la poesía: dar con nuevas formas de expresar las cosas; y, entonces, magia, aparecen nuevas cosas, nuevas realidades, vamos un paso más allá.
Hoy, víspera del fin de año, no puedo evitar pensar en todos los lugares comunes asociados a esta fecha: las miradas atrás y los nuevos propósitos. Hasta en este "nuevo" hay algo de viejo, manido, usado, ¿no?
Son fechas de tránsito, y se forman unos atascos monumentales, todos pasando por los mismos sitios...
No basta la audacia, eso dice Adriano, el emperador.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Nieve

Siguiendo con las ventanas, una a través de la que más miro, es el parabrisas de mi coche. De ahí toda esta historia de carreteras, de líneas discontinuas, del viaje... (¿sabíais que en las enumeraciones lo que mejor queda es poner tres elementos? Truquillos de escritor.)
La segunda pista es que me gusta que los poemas cobren más sentido en grupo que en solitario. No me gustan las sentencias, ni que alguien diga: patatín patatán, y punto. Me gusta dialogar, y que unas palabras revisen a las anteriores y hablen con las siguientes.
Cuando viajas en coche el cuadro que ves cambia constantemente, a veces es tan bonito que quisiera ser fotógrafa, flash, y guardar uno para siempre. Pero viene otro y otro. Y no es peor así.
Sí, a veces hay que pararse a mirar. Pero hasta los ojos se mueven mirando.
Este poema es el primero de Línea discontinua. Es un cuadro de nieve y de un momento concreto en la vida de una persona. Pero es también, solamente, el comienzo del viaje.

Nieve
Conducir entre la nieve, sentir que los neumáticos se arrastran pesadamente sobre el,
digamos, rugoso asfalto,
los limpiaparabrisas barriendo diminutas veloces bolitas blandas,
una cortina abriéndose jugando revoloteando como una falda moteada que mancha el cristal, haciendo que vea las cosas de un modo diferente
cansado y lento,
vecinos vehículos bailando despacio, cuidadosos,
y el frío, que traspasa sin tregua,
un aliento constante pegado a través de la chapa, contra el que respira la calefacción del coche,
sin ser apenas nada más que alguien que avanza.


martes, 8 de diciembre de 2009

Ventanas

A veces un verso es una ventana difícil de abrir pero con el mejor paisaje”,
dijo Ana en el blog de Zeberio Zato. Y aquí estoy, en mi escenario, frente a la ventana (tengo mi mesa de trabajo puesta en frente, para mirar al exterior y distraerme), frente a la también ventana del ordenador.
Tengo fiebre, debería sentarme a ver la tele, otra ventana (de fácil apertura ésta), o delante de un libro (ventana más difícil), o simplemente echar la persiana, y meterme a dormir... Sin embargo, me siento aquí, tengo mono de escribir. Una frase como ésta despierta en mí el deseo de quedarme con ella, de hablar de ventanas. Pienso en windows, en ventanas al mundo, y en paisajes y carreteras.
Debería encerrarme, descansar, darle al pause, clausurarme,
pero hay
ventanas.
No me resisto a abrirlas o a atravesarlas.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Escenarios

Esta semana me ha pasado como con el diario: cuantas más cosas y más emocionantes son, menos tiempo concentración espacio encuentro para contarlo. Han pasado tantas cosas con Mero Amor/Línea discontinua... Esto no ha sido una salida del armario despacito y asomándose primero, ha sido un patadón a la puerta. Supongo que es lo normal. Que lo normal a una se le haga un mundo. Salir ante el público, dar la cara. La vida sigue igual para los demás; para una, todo es diferente. Una sigue siendo la misma/ una se ha presentado como es. Resultado: una es más una misma/una da un paso adelante y está en un sitio diferente. ¿Me explico?
Viernes: recital, miércoles: entrevista en la radio, jueves: presentación en Iruña y columna en el diario, viernes: noticia en el diario y presentación en Donostia, martes: quizá en la radio, miércoles: quizá en una revista, hoy jueves: aquí, en mi escenario privado, frente al ordenador.
Aquí, después de conocer la atención del público, un lugar que me han hecho fácil, amistoso, al que he accedido abriendo las pastas oscuras del libro. Se trataba de que entrarais en él, y he tenido que salir yo primero.
Y ahora, ¿queréis conocer mi lugar favorito?

Escenario

El escenario es esta mesa, un flexo, una taza de agua, papeles, la pantalla iluminada
y una ventana por donde entra la noche.
Hay ladridos y un pájaro que canta -es absurdo a estas horas-, el murmullo constante del ventilador del CPU,
crepitar de un cigarro, dos, hoy puede que hasta cuatro.
Evito al protagonista, aunque salgan sus manos en la toma,
sus tics.
Hay que querer taparlos para saltar adentro.

(Extraído de Línea discontinua)