domingo, 30 de octubre de 2011

Cruzando la línea

Atravesando el parque, pasé entre los niños. Una niña, a mi derecha, apuntaba con sus dedos, indíce cañón y pulgar levantado gatillo, a otro que estaba a mi izquierda. En el momento en que cruzaba la línea de fuego, levantó la pistola prudentemente, y luego la volvió a bajar, veloz, hacia su objetivo.

Fue así como entré en su fantasía.

lunes, 10 de octubre de 2011

Palabras en caída libre:

No digas nada;
tú sí que eres;
no me entiendes;
mejor me callo;
ya estás otra vez;
ahora no;
piensa lo que vas a decir;
no me lo creo;
total, para qué;
qué de qué;
nada;
olvídalo.

martes, 4 de octubre de 2011

Palabras difíciles

Había una norma que recuerdo, no sé de cuándo ni de quién, para escoger libros de lectura. Debió de ser hace mucho tiempo, cuando los primeros libros de verdad, y la primera consciencia de que no podía leer cualquier cosa.

Era bueno para una aquel libro en el que no conocieses el significado de, al menos, una palabra en cada página. Es decir, era bueno entender casi todo, pero no todo. Eso relacionaba de un modo sencillo la capacidad propia con la dificultad del libro. Una palabra, quizá dos, entendí que nunca muchas más, nunca tantas que lo dejaras por pura frustración o aburrimiento.

Quizá sea algo simple pero lo recuerdo como un buen criterio, al menos hasta tener otros. Me sirvió para lanzarme a libros cada vez mayores, apasionantes, siempre un "un poco" difíciles, a sentirme valiente, a esforzarme, y, como premio, aprendía palabras. Las degustaba, las entendía; muchas veces las olvidaba hasta que reaparecían, y había que probar otra vez, mirar en el diccionario, preguntar, hasta que se hacían propias, y me llevaban a nuevas aventuras, más complejas, más divertidas, deliciosas, y a otras palabras...

Ayer me dijiste que soy difícil, y te pregunto ¿cuánto no entiendes? Y espero que, ojalá, digas que sólo un poco. Y sonreiré pensando que has aceptado el reto.



(Libro, Jasper Johns)