podría creer
en esas mariposas de colores
que salen de tus labios.
Pero
-ojalá me equivoque- son tantas
las noches, tantas...
Y conozco el oficio:
yo también he engañado.
Ojalá solamente
me digas -sé leer entre líneas
pero ya no te canses disfrazando motivos-,
al final, que una vez
sí hubo magia.