domingo, 28 de febrero de 2010

Seremos astronautas


Me pides prometerte lo imposible.
Entonces, yo
por un momento
creo poder
mentirte
mirándote a los ojos.
Miro hacia el infinito.
Creo poder
trucar en un segundo, la ves ya no la ves,
tu incertidumbre.

Hablamos, sin duda, en otro idioma
o en otro mundo
o de otro mundo.
Ese juego infantil sobre el futuro.

Seremos astronautas.

Mira, ya cae la noche.
Mira a otro lado, mira,
agárrate a mi brazo, una nave espacial.
No va a pasarte nada,
no llores, ¿por qué lloras?

Entonces, yo
pierdo.

domingo, 21 de febrero de 2010

Papelera de reciclaje


El cuaderno de un escritor o, en su caso, su ordenador, es, en su totalidad, una papelera de reciclaje. La mayor parte se queda en papelera y, sólo de vez en cuando y en un porcentaje ridículo pero valioso, al menos para él, otra, en materia de reciclaje, que a veces vuelve a la papelera un poco más tarde, y otras, finalmente ve la luz abriéndose a un lector o más.
Este porcentaje puede variar muy subjetivamente dependiendo del esmero del reciclador y del concepto que uno tenga de la basura.

lunes, 15 de febrero de 2010

Un día ideal

Es invierno y llueve, la tarde ideal para sentarse a escribir. He terminado la jornada laboral. No he traído preocupaciones del trabajo. Ningún ser querido en peligro: ni físico, ni psíquico, ni económico. He despejado todos los demás asuntos urgentes: comida en el frigo, ropa limpia, casa habitable. Y me quedan horas por delante antes de la oportuna para irme a dormir. (En caso de ser religioso/a, cumplidos los ritos)
O por el contrario: hace sol.
O me duele la espalda. O las articulaciones.
O tengo sueño, hambre, estoy preocupado.
O me han llamado cantidad de veces, por cantidad de cosas.
He tenido un día de perros.
He discutido con mi pareja. Con mis hijos. Con las suegras.
No sé qué demonios voy a cenar.
Mira qué hora es.
Ay, entonces, si consigo sentarme frente al ordenador, frente a la ventana, y los dedos corren por el teclado, entonces sí que puedes estar segura de que es la tarde ideal para escribir.
Qué maravilla.

martes, 9 de febrero de 2010

Gracias



Manu y Anahí me regalaron este precioso video de la presentación que hicimos en mi pueblo, Andoain. En todas, en ésta y en Iruña, Donostia y Vitoria-Gasteiz, recibí no sólo el apoyo de mis amigos y familiares, sino su estrecha colaboración, buscando los lugares, preparándolos, recitando... También me ayudastéis al preparar el libro, y no han faltado los comentarios ahora que el libro ya no es mío sino de todos.
Dicen que escribir es una actividad solitaria: una parte lo es, pero la historia de un libro, y diría que la de cada línea que escribimos, aunque no llegue a ver la luz, es mucho más que la de una misma. Pienso en tantas personas ahora mismo... Pienso también en ti, que ahora lees este blog. Y me siento afortunada.