martes, 30 de marzo de 2010

Amor libre

Vuelvo a Colette periódicamente. Después de leer algo decepcionante o después de no haber leído nada en absoluto, o entre dos buenos libros pero no vibrantes, o después de un libro impecable pero oscuro, o de muchos periódicos o lecturas obligadas, o en cualquier momento, o simplemente por el puro placer de volverla a leer o releer. Colette siempre me entusiasma, me carga de energía, me divierte y me enseña, como esas personas nutritivas que uno frecuenta siempre menos de lo que quisiera pero que siempre están ahí. Como tirar de agenda cuando necesitas un buen revolcón.
Sólo conozco una persona que sienta la misma adoración que yo por su forma de escribir. Me llamó loco de alegría cuando reeditaron los Claudine. Cada uno se compró su pack. ¡Menuda fiesta!
Tampoco hacemos ascos a ediciones antiguas y la buscamos incansablemente en las ferias de libro viejo. Los dos la amamos y la tenemos.




* Claudine (1900-1903)
* Diálogos de animales (Dialogues de bêtes, 1904)
* El retiro sentimental (La retraite sentimentale, 1907)
* Los zarcillos de la viña (Les vrilles de la vigne, 1908)
* La ingenua libertina (L’ingénue libertine, 1909)
* La vagabunda (La vagabonde, 1910)
* El obstáculo (L’entrave, 1913)
* Mitsou (1919)
* Chéri (1920)
* La casa de Claudine (La maison de Claudine, 1922)
* El trigo en la hierba (Le blé en herbe, 1923)
* El nacimiento del día (La naissance du jour, 1928)
* Sido (1930)
* La gata (La chatte, 1933)
* Duo (1934)
* Julie de Carneilhan (1941)
* Gigi (1944)
* Mis aprendizajes (Mes apprentissages, 1936)
* La estrella de la tarde (L’étoile Vesper, 1946)
* El farol azul (Le fanal bleu, 1949)

domingo, 14 de marzo de 2010

¡Vicio!

Poniéndome muy tío, diría que
he dejado el alcohol, el café, y hasta podría dejar el sexo, la música, escuchar al otro lado de las puertas, mi marca favorita de yogures, pero hay algo que me tiene enganchada sin remedio a la línea que viene, a la siguiente línea.