“A veces un verso es una ventana difícil de abrir pero con el mejor paisaje”,
dijo Ana en el blog de Zeberio Zato. Y aquí estoy, en mi escenario, frente a la ventana (tengo mi mesa de trabajo puesta en frente, para mirar al exterior y distraerme), frente a la también ventana del ordenador.
Tengo fiebre, debería sentarme a ver la tele, otra ventana (de fácil apertura ésta), o delante de un libro (ventana más difícil), o simplemente echar la persiana, y meterme a dormir... Sin embargo, me siento aquí, tengo mono de escribir. Una frase como ésta despierta en mí el deseo de quedarme con ella, de hablar de ventanas. Pienso en windows, en ventanas al mundo, y en paisajes y carreteras.
Debería encerrarme, descansar, darle al pause, clausurarme,
pero hay
ventanas.
No me resisto a abrirlas o a atravesarlas.
Hola Ana!, he descubierto tu este blog y algunos de tus poemas hace poco gracias a Zeberio y ya forman parte de mi mochila.
ResponderEliminarPara mi la pintura es lo que para ti la poesía, supongo, y no dejo de desear meterme en eso cuadros donde una ventana ilumina al personaje para mirar por ellas.
Un saludo!
Ana
Pues a ver si veo esas pinturas que dices. Hay tardes como esta que no me canso de saltar de un sitio a otro, navegando, espiando referencias, aunque sé que lo mejor es cuando te paras un buen rato a mirar un único cuadro.
ResponderEliminarA leer atentamente un libro.
A escuchar una buena canción.