Le han dicho que
no lo vuelva a hacer,
es peligroso
correr tan cerca
de las vías, y mirando
de lado, qué
sabra
ese tipo de
uniforme amarillo,
pero le da las
gracias, una sonrisa
al borde de,
una sonrisa que
estaba muriendo
y ha sostenido
unos segundos más
porque no puede
entregarse tan
pronto, no aquí,
no hasta que
marchen todos,
entonces, sí,
caerá.
The railway station, Redfern Arthur Streeton |
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