martes, 31 de enero de 2012

Una historia de invierno (y puertas frías)

Trabajamos en una nave del polígono. Cada vez más a menudo, vienen a traernos el curriculum en mano. Ultimamente son fotocopias en blanco y negro. No se entretienen. No sé qué número de visita seremos.

En la jerga comercial, lo llamamos visitas a puerta fría, es decir, visitas sin cita previa.

Hace unos días vino una chica muy sonriente. Me dio la sensación de que venía a saludar a alguno de nosotros, por cómo entró, por su alegre cordialidad, como si nos conociera.

Cuando salgo a vender todo el mundo espera que sonría. Y, en cambio, llevo días intentando entender cómo es posible que viniera a dejarnos el curriculum con esa enorme sonrisa.




Blake

2 comentarios:

  1. tenemos el frío de la nieve pero la luz que irrádia esa nieve. debe ser eso lo que le hizo entrar a nuestra amiga con esa sonrísa. seguro que el desencanto con el que hoy en día se recogen Y se entregan los cv es difícil que arranquen sonrísas.
    Me ha gustado mucho saber que quien no tiene este problema se de cuenta del peso y poca esperanza que tienen hoy la mayoría de los parados en especial los que llaman no insertados.
    JH

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